Sé que llevo un niño dentro, lo sé porque todavía me quedaron las mismas manos de entonces, y algún rincón en la mirada, pero la verdad es que a menudo lo extraño demasiado, a aquél niño, y no porque no me guste madurar, que lo persigo y lo trabajo a diario, no, lo que de veras echo en falta es aquella inocencia, aquella audacia, aquella idea, sobre todo, de que todo era posible todavía...
¿Lo es aún?
Porque odio este mundo de cínicos... o a todos los cínicos de este mundo.
5 comentarios:
Sé que llevo un niño dentro, lo sé porque todavía me quedaron las mismas manos de entonces, y algún rincón en la mirada, pero la verdad es que a menudo lo extraño demasiado, a aquél niño, y no porque no me guste madurar, que lo persigo y lo trabajo a diario, no, lo que de veras echo en falta es aquella inocencia, aquella audacia, aquella idea, sobre todo, de que todo era posible todavía...
¿Lo es aún?
Porque odio este mundo de cínicos... o a todos los cínicos de este mundo.
Hola! Muchas gracias por la visita, igualmente, un gusto en conocerte! espero te encuentres bien. Saludos desde México, estaremos en contacto.
Marlen
La sonrisa de los niños, tan refrescante, natural y espontánea como el viento. Besos.
llevo muy arraigado por dentro mi parte piter pam, lo malo es cuando debo tomar tierra y regresar... saludos
Curiosa foto, muy dinámica, con mucha energía y naturalidad.
Se ve que se divierte. Saludos
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